Cobega, grupo catalán de la familia Daurella, ha decidido ubicar su sede en Madrid haciendo bueno lo de más vale prevenir que curar.
La multinacional afirma que su decisión no tiene nada que ver con el tema independentista pero cuando el río suena, agua lleva y los empresarios se dedican a ganar dinero, no a jugar a los castillos de arena.
Los independentistas se llenan la boca con que las empresas catalanas no perderán nada, que si en el resto de España no se compran sus productos, se venden estupendamente fuera, pero se les ha olvidado el "pequeño detalle" de que el dinero no es soberanista y se va a donde se sienta más seguro, algo que ahora mismo no sucede en Cataluña gracias a los constructores de castillos de naipes que no calibran sus decisiones.
Cataluña será más pobre si sigue a esta gente alucinada en sus delirios de grandeza, somiatruitesles decimos aquí. ¿Cómo piensan crear riqueza si la asustan antes de empezar?
Es evidente que son unos visionarios sin capacidad de razonar mínimamente, de tener en cuenta el alcance de sus decisiones, cegados por su obsesión infantil, negándose a vivir en el mundo real porque una nación no se levanta a base de fantasías y el simple hecho de desearlo. Esto ni siquiera servía en el pasado, en tiempos de reyes y condes, pues bien que se hacían alianzas para conseguir el dinero y los medios necesarios.
Estos, en vez de hacer alianzas, se dedican a pavonearse con prepotencia, plantando cara a todos quienes no estén de acuerdo con semejante necedad. ¿Qué van a exportar fuera si se quedan sin empresas?
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