Fabra dice que el Gobierno no tiene dinero para pagar la deuda histórica.

El 25 de abril, aniversario de la batalla de Almansa y fecha histórica de la reclamación de autogobierno, se ha celebrado en las Cortes Valencianas con las paredes llenas de carteles reivindicativos de hace 35 años, incluidos en una exposición sobre el periodo preautonómico, y con un acto de homenaje a parlamentarios de la época de la aprobación de la Constitución. Dentro del hemiciclo, un presidente de la Generalitat contra las cuerdas se ha defendido de los ataques de la oposición, que le ha acusado de debilidad, asegurando que el Consell no mira "de qué color es el partido que está en una Administración para reclamar lo que es justo para la Comunidad Valenciana".

Sin embargo, Alberto Fabra ha tratado de manera muy diferente al Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, al que ha acusado de haber hecho "políticas que han arrasado con todo", mientras pedía prudencia y responsabilidad hacia el actual Ejecutivo central, que preside el líder de su partido, Mariano Rajoy. La más llamativa de sus afirmaciones ha sido que "el Gobierno no puede atender ninguna reivindicación de deuda histórica de ninguna comunidad autónoma" porque no hay dinero. Sobre la exigencia de una mejor financiación autonómica, el jefe del Consell ha asegurado: "No se trata de que todas las comunidades empiecen a gritar reclamando más dinero, porque no habría suficiente". Fabra ha apostado por la negociación prevista con todos los gobiernos autonómicos y ha descartado implícitamente la presión unilateral sobre el Gobierno de Rajoy.

Aunque Fabra ha enterrado la reclamación de la deuda histórica, que su propio partido, el PP valenciano, ha venido reivindicando y que ha cuantificado en 11.000 millones de euros, en respuesta a la intervención del portavoz de Compromís, Enric Morera, en ese sentido, la suya ha sido también una respuesta al socialista Antonio Torres, que ha emplazado al jefe del Consell a "ser valiente" y negociar con Rajoy que los 9.700 millones recibidos el año pasado a través de los diversos mecanismos de rescate (créditos del ICO, plan de pago a proveedores y Fondo de Liquidez Autonómico) y que hay que devolver, no se paguen "a cambio de la deuda histórica". Los socialistas han invitado al PP a incluir esa deuda histórica en la reforma del Estatut d'Autonomia que está pendiente de aprobación en el congreso y que prevé una cláusula de blindaje de inversiones del Estado en la Comunidad Valenciana.

El socialista Torres ha comparado a Fabra con "un administración concursal de una comunidad en quiebra" y ha acusado al PP de haber llevado la Comunidad Valenciana a una situación "de emergencia". Fabra ha respondido acusando a los socialistas de no haber "dejado el país en situación de emergencia, sino en la UCI, en cuidados intensivos".

Morera, de Compromís, ha echado en cara a Fabra que dijera que el Gobienro no tiene dinero para atender la deuda histórica. "Sí que tiene dinero para rescatar bancos", ha comentado, antes de describir a Fabra como "un subordinado del Gobierno".

La portavoz de Esquerra Unida del País Valencià, Marga Sanz, ha criticado a Fabra por "dejar de lado sus funciones de presidente" y por convertir el autogobierno en "papel mojado". "Lo suyo solo tiene un nombre: debilidad", ha dicho, para concluir: "Váyase y que los valencianos puedan decidir".