sábado, 6 de abril de 2013

Tercera amenaza de ETA.


Nueva amenaza del mundo de ETA, cuyo alcance concreto no se podrá determinar hasta que se conozca en su totalidad el comunicado que el colectivo de presos de la banda, el llamado EPPK, hizo público ayer a través de Naif, la página web del diario «Gara». De momento, cabe resaltar la siguiente frase: «la situación política es grave para quienes estamos a favor de una resolución democrática, porque el riesgo de que se alargue el conflicto es elevado».

Falso lenguaje

Lo de la «resolución democrática» no es otra cosa, aunque los etarras utilizan el lenguaje según sus conveniencias, que los gobiernos de España y Francia se sienten a negociar con la banda lo que llaman las «consecuencias del conflicto», algo que ya saben que no va a ocurrir. De hecho, en el comunicado se quejan del cierre «del espacio negociador de Oslo denunciado por ETA debido a la cerrazón del Gobierno del PP».

Expertos antiterroristas, consultados por LA RAZÓN, subrayan que se trata de la tercera amenaza de ETA y sus presos en el plazo de diez días. El día 26 de marzo, la banda anunció «consecuencias negativas» si no había negociación; el 31, advirtió de que existía «riesgo» de ruptura del «proceso»; y ayer, los preso hablaron de nuevo de «riesgo» de alargamiento del «proceso».

En otras ocasiones, cuando ETA tenía planeado romper un alto el fuego, o iba a realizar una acción de fuerza, también se producían proliferaciones de comunicados, lo que no quiere decir que ahora vaya a pasar lo mismo, aunque hay que estar prevenidos y no creer que va a ocurrir lo que nos interesa y nos deja tranquilos, sino en lo que realmente puede llegar a ocurrir, agregaron.

Según la versión ofrecida ayer por Naif, el EPPK critica a España y Francia por «dificultar y retrasar» la solución en los que los presos llaman «claves democráticas» y que no es otra cosa que la referida negociación.

Manifestación proetarra.
A este respecto, atacan a ambos paises por su «criminal política penitenciaria» al referirse a las muertes, por causas naturales de Ángel Figueroa, que cumplia la condena en su domicilio en España debido a su enfermedad; y la de Francisco López peña, «Thierry», al que le sobrevino una crisis cardiaca cuando se encontraba en una prisión francesa. De hecho, no figuraba en la lista que el colectivo Etxerat hace pública todos los meses con los reclusos «enfermos e incurables».

Pese a la generosidad de las autoridades penitenciarias de nuestro país con Figueroa, el EPPK señala que «falleció bajo la custodia de las autoridades penitenciarias españolas y, por extensión, bajo la responsabilidad» del Gobierno español».

De López, dice que «ha muerto en prisión cuando debía estar en libertad». «No podemos dejar pasar, una vez más, la actitud insultante y macabra de las autoridades francesas que han negado información a los familiares del preso cuando este se encontraba en las últimas, secuestrado, aislado».

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